El ataque de un perro puede ser una experiencia traumática y que deje estragos emocionales que pueden afectar su día a día. Desafortunadamente, estos estragos no suelen ser únicamente emocionales, sino que también afectan su salud física dependiendo de la gravedad del ataque y las heridas que este le haya dejado.
Las heridas del ataque pueden ir desde leves y simples raspones, hasta graves y profundas o incluso una mordida en el lugar equivocado puede causar la muerte de quien sufre la agresión.
Los niveles de estas heridas, están divididos en 4 categorías dependiendo de su gravedad:
- Las más leves son llamadas abrasiones, las cuales son heridas superficiales que no provocan un sangrado grave pero que, sin embargo, pueden ser bastante notorias y también causar infecciones en caso de no ser tratadas de inmediato.
- Laceraciones, las cuales son heridas en las cuales la mordida del can provoca heridas un poco profundas, ya con sangrado, y que requieren atención médica con mayor rapidez que una abrasión.
- Las más graves son llamadas heridas punzantes, que ocurren cuando la mordida del animal llega a perforar la piel causando daños graves como hemorragias tanto externas como internas, o incluso daños a los órganos de la víctima.
- Finalmente, las avulsiones, pueden causar el desgarre de tejidos de la piel, las cuales son lesiones de recuperación tardada debido a su gravedad.
Por otra parte, las infecciones que puede causar una mordedura en caso de no ser tratada y desinfectada, son también sumamente graves ya que pueden dañar la salud de la persona de manera importante.
Entre estas está la rabia, la cual provoca una enfermedad infecciosa con síntomas como fiebre, parálisis e incluso la muerte. Por otro lado, se encuentra el tétanos, una enfermedad bacteriana que puede provocar la muerte y afecta principalmente a los nervios.
Es importante que sea cual sea la gravedad de su lesión, después de que haya recibido una mordida de un perro, acuda al médico de inmediato y le apliquen vacunas contra estas enfermedades y se traten sus heridas.
